¿Qué es la celiaquía?

La celiaquía es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema digestivo, el cual se ve afectado por el consumo de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. En las personas con celiaquía, el sistema inmunitario responde de manera inapropiada al gluten, causando inflamación en el intestino delgado. Esta inflamación resulta en el daño de las vellosidades intestinales, que son pequeñas estructuras responsables de la absorción de nutrientes. Cuando estas vellosidades se deterioran, se interfiere con la capacidad del cuerpo para absorber adecuadamente nutrientes esenciales, lo que puede llevar a grandes déficits nutricionales y pérdida de peso involuntaria.

Se estima que aproximadamente 1 de cada 71 niños españoles y 1 de cada 357 adultos españoles padecen celiaquía, aunque muchas personas pueden estar sin diagnosticar. La enfermedad puede aparecer a cualquier edad, y se han identificado factores genéticos que aumentan el riesgo de desarrollar esta condición. Asimismo, la celiaquía tiene implicaciones significativas en la salud a largo plazo, incluyendo un mayor riesgo de desarrollar otros trastornos autoinmunitarios y problemas óseos si no se maneja adecuadamente.

Síntomas de la celiaquía

Diarrea crónica: la malabsorción de nutrientes provoca heces poco consistentes y frecuentes.

Distensión abdominal: la inflamación y acumulación de gases en el intestino genera una sensación de hinchazón, muchas veces acompañada de dolor abdominal.

Fatiga persistente: la falta de nutrientes como hierro y vitaminas lleva a un cansancio constante y falta de energía. Además, la deficiencia de hierro es común en personas con celiaquía, lo que puede ocasionar anemia ferropénica. También puede haber una deficiencia de vitamina B12 y de folato.

Osteoporosis: la disminución en la absorción de calcio y vitamina D afecta la densidad ósea, aumentando el riesgo de huesos frágiles y fracturas.

Diagnóstico

El proceso para diagnosticar la celiaquía implica una combinación de pruebas serológicas y biopsias intestinales:

  • Pruebas serológicas: Estas pruebas ayudan a detectar anticuerpos específicos en la sangre, como la anti-transglutaminasa tisular II (IgA) y la inmunoglobulina A. La presencia de estos anticuerpos puede indicar una respuesta inmunitaria al gluten.
  • Biopsia intestinal: Para confirmar el diagnóstico, se realiza una biopsia del intestino delgado, en la que se toma una muestra del revestimiento intestinal para evaluar el daño causado por el gluten. Este daño en las vellosidades intestinales es un indicador claro de la enfermedad celíaca.

Es importante que, para la biopsia, la persona haya consumido gluten de forma regular. Si se retira el gluten antes de la prueba, se corre el riesgo de obtener un falso negativo: el daño en el intestino puede no ser visible, lo que podría dar el resultado incorrecto de que la persona no padece celiaquía, cuando en realidad sí la tiene.

sin gluten

Tratamiento nutricional para la celiaquía

El tratamiento principal para la enfermedad celíaca es adoptar una dieta estricta sin gluten, lo cual es esencial para evitar los síntomas adversos y el daño intestinal causado por la ingesta de gluten. El gluten se encuentra en productos elaborados con trigo, cebada y centeno.

Recomendaciones para llevar a cabo la dieta sin gluten

·Leer etiquetas de productos alimenticios: es fundamental revisar las etiquetas de todos los productos alimenticios, ya que muchos productos procesados contienen gluten, no solo productos de panadería, sino también salsas, aderezos e incluso algunos medicamentos.

·Productos sin gluten: los productos etiquetados como sin gluten son completamente seguros, ya que la legislación española es estricta en cuanto a esta categoría. Estos productos contienen menos de 20 ppm (partes por millón) de gluten, lo que no representa ningún riesgo para las personas con celiaquía.

·Revisión del listado de ingredientes:

  • Los ingredientes resaltados en negrita son los alérgenos. Debes buscar las siguientes palabras entre los ingredientes en negrita: TRIGO, GLUTEN, CEBADA, AVENA, ESPELTA, CENTENO, TRITICALE.
  • A pesar de que un producto no contenga estos ingredientes, al final de la lista podría indicar trazas de trigo, gluten, cebada, avena, espelta, centeno o triticale.

·Avena y contaminación cruzada: aunque la avena no contiene gluten, tiene una proteína llamada avenina, similar al gluten, pero generalmente no es dañina para personas con celiaquía. Sin embargo, la contaminación cruzada con gluten es frecuente en el proceso de cultivo, transporte o procesamiento de la avena junto con otros cereales con gluten. Por lo tanto, solo debe consumirse avena con el sello de “sin gluten”, lo que asegura que ha sido procesada de manera libre de contaminación.

·Contaminación cruzada: además de evitar ingredientes con gluten, es crucial prevenir la contaminación cruzada en la cocina. Esto ocurre cuando los alimentos sin gluten se preparan o almacenan junto a alimentos con gluten. Para reducir este riesgo, es recomendable:

  • Usar utensilios y superficies de cocina separados.
  • Almacenar los alimentos sin gluten en lugares diferentes de los que contienen gluten.
ALIMENTOS SIN GLUTENALIMENTOS CON GLUTEN
ArrozTrigo
SorgoCebada
MaízCenteno
QuinoaKamut
MijoAvena SIN certificación «sin gluten»
AmarantoCervezas y bebidas malteadas SIN certificación de «sin gluten»
Trigo sarracenoPan, pasteles, galletas, bizcochos, pasta SIN certificación de «sin gluten»
Avena CON certificación «sin gluten»Productos que dicen ser «bajos en gluten»
Legumbres
Cualquier alimento de origen animal
Aceites y grasas
Cualquier producto certificado CON certificación «sin gluten»